Sin embargo, de acuerdo a lo que señalan los locatarios, contrario a lo que creían inicialmente, los jóvenes son los que se han mostrado más dispuestos a cumplir con la normativa, valorando la medida como una forma de proteger a los menores.
La actual Ley 21.363 de alcoholes, que entró en vigencia el pasado 6 de agosto comienza a aplicarse y al mismo tiempo generar reacciones en la ciudadanía. Los comerciantes que cuenten con patentes de alcoholes deben obligatoriamente renovar el cartel donde se especifican las prohibiciones y multas a las que se exponen quienes la infrinjan. Entre sus agregados la renovada normativa obliga a toda persona a exhibir su carnet de identidad u otro tipo de identificación oficial al momento de comprar bebidas alcohólicas en todos sus formatos. También restringe el acceso de menores de edad a determinados recintos.
Desde el comercio, apuntan a que no se ha dado difusión mediática y social a las exigencias de la nueva ley, provocando diversas reacciones en los clientes. Incluso les ha tocado recibir insultos de quienes no se lo han tomado de buena forma.
En medio del boom de ofertas previas al mes de la patria, a don Carlos, por primera vez desde que entró en vigencia la nueva ley, le solicitaron su identificación al pasar por caja, situación que le tomó por sorpresa.
Los comercios que expenden alcoholes están obligados a tener publicada la ley en un lugar visible dentro del local. Además, establecimientos con prohibición de acceso a menores, que infrinjan la ley arriesgan multas que van desde las 50 UTM.