Hoy cuando una de las mayores críticas guarda relación con la falta de apoyo económico para quienes han sufrido sobremanera con las consecuencias asociadas a la Pandemia, el Royalty Minero aparece como una oportunidad importante respecto de la incorporación de recursos que permitan el desarrollo de políticas públicas enfocadas en los temas sociales que si bien tienen como factor común la crisis sanitaria, tienen diferentes realidades según el territorio.
Asegurar entonces que el negativo impacto de la industria minera se subsane en alguna medida con el pago de impuestos en las localidades intervenidas, se convierte en una necesidad imperante.
Existe una encuesta digital donde cualquier persona puede expresar su opinión respecto del Royalty Minero. Ya hay más de cuatro mil firmas a favor de que los parlamentarios discutan formalmente nuevas indicaciones. El objetivo ha traspasado fronteras ideológicas y hoy la transversalidad es importante.
El desarrollo del valle de Aconcagua no se condice con las riquezas que ha elaborado. Solo Codelco a nivel local, en su historia ha aportado al país más de 17 mil millones de dólares. Por eso la iniciativa a juicio de Olguín, busca también hacer justicia por todos los años que a nivel local se ha desfavorecido a las comunidades por el impacto minero.