En octubre de 2019 con el estallido social, los emprendedores y microempresarios comenzaron a saber solo de pérdidas pues todos los espacios disponibles para hacer negocios y mostrar sus productos fueron desapareciendo por la contingencia. Luego, en marzo de este año la aparición del Sars – Cov2 fue como el golpe de gracia.
Algunos se reinventaron, otros aprovecharon las tecnologías y redes sociales gratuitas disponibles, pero quienes sus mayores posibilidades de éxito tienen a través de exposiciones y ferias, han sufrido con el derrumbe económico al que se enfrentaron.