VUELVEN A CELEBRAR LAS MISAS DE LA LUZ EN LOS CEMENTERIOS DE ACONCAGUA
Después de casi dos años de encierros, de restricciones de movilidad y de muchas otras obligaciones sanitarias a causa del Coronavirus...
El pasado fin de semana, los cementerios de todo el valle de Aconcagua volvieron a abrir sus puertas para recibir a las miles de personas que llegaron a visitar a sus deudos, muchos de ellos que fallecieron producto de la pandemia y que no pudieron ser despedidos como sus familias lo hubieran esperado.
Por eso que este día de todos los santos tenía un sabor especial, sería la ocasión para reencontrarse con sus seres queridos… para eso, las llamadas misas de la luz, fueron la oportunidad.
Durante estas eucaristías, y según las creencias del mundo católico, se destacó que quienes se encuentran en los campos santos, están a la espera de la resurrección lo que redunda en que para sus familias, la luz de las velas es la esperanza de que la vida se prolongue eternamente.
Una eucaristía que tiene su punto cúlmine cuando los asistentes encienden una vela cuya llama surge del cirio pascual, para luego iluminar todo el cementerio. Cada tumba queda con una vela, lo que en esta ceremonia significa la celebración de la luz y la vida.