Darle énfasis para reconocer y conocer lo que es la neurodiversidad es el propósito de la nueva sala sensorial que fue construida en el colegio Claudio Gay. Un espacio donde además se realizarán una serie de talleres en este ámbito. Así la sala sensorial es un espacio terapéutico diseñado para estimular de manera controlada los sentidos (visión, audición, tacto, propiocepción y equilibrio) en estudiantes con necesidades educativas especiales, como trastornos del espectro autista o TDAH. Su principal objetivo es brindar un entorno seguro que favorezca la regulación emocional, reduzca conductas disruptivas y optimice el proceso de aprendizaje. Además, funciona como herramienta pedagógica para profesionales y familias, promoviendo estrategias de inclusión y desarrollo integral.Una iniciativa que es posible gracias el fondo del 8% del gobierno regional, y que implicó una inversión total de más de 7.millones de pesos distribuidos en dos áreas claves: 5.045.301 para la adquisición de equipamiento especializado (como columpios vestibulares, cortinas sensoriales y sets terapéuticos) y $2.325.000 destinados a honorarios profesionales, cubriendo la participación de terapeuta ocupacional y fonoaudióloga, ambas especialistas en neurodiversidad.Nuevo espacio que entrega soluciones para aquellos estudiantes que requieren condiciones más específicas para su aprendizaje y que muchas veces no son visibilizados Este proyecto tiene como finalidad principal implementar un modelo educativo inclusivo mediante la sala sensorial y un ciclo de talleres teórico-prácticos, dirigidos a estudiantes neurodivergentes, sus familias y el equipo docente. Busca mejorar la calidad de vida, la integración sensorial y el desempeño académico, mientras fomenta una comunidad educativa sensibilizada y capacitada en estrategias de apoyo para la diversidad funcional.
Darle énfasis para reconocer y conocer lo que es la neurodiversidad es el propósito de la nueva sala sensorial que fue construida en el colegio Claudio Gay. Un espacio donde además se realizarán una serie de talleres en este ámbito. Así la sala sensorial es un espacio terapéutico diseñado para estimular de manera controlada los sentidos (visión, audición, tacto, propiocepción y equilibrio) en estudiantes con necesidades educativas especiales, como trastornos del espectro autista o TDAH. Su principal objetivo es brindar un entorno seguro que favorezca la regulación emocional, reduzca conductas disruptivas y optimice el proceso de aprendizaje. Además, funciona como herramienta pedagógica para profesionales y familias, promoviendo estrategias de inclusión y desarrollo integral.Una iniciativa que es posible gracias el fondo del 8% del gobierno regional, y que implicó una inversión total de más de 7.millones de pesos distribuidos en dos áreas claves: 5.045.301 para la adquisición de equipamiento especializado (como columpios vestibulares, cortinas sensoriales y sets terapéuticos) y $2.325.000 destinados a honorarios profesionales, cubriendo la participación de terapeuta ocupacional y fonoaudióloga, ambas especialistas en neurodiversidad.Nuevo espacio que entrega soluciones para aquellos estudiantes que requieren condiciones más específicas para su aprendizaje y que muchas veces no son visibilizados Este proyecto tiene como finalidad principal implementar un modelo educativo inclusivo mediante la sala sensorial y un ciclo de talleres teórico-prácticos, dirigidos a estudiantes neurodivergentes, sus familias y el equipo docente. Busca mejorar la calidad de vida, la integración sensorial y el desempeño académico, mientras fomenta una comunidad educativa sensibilizada y capacitada en estrategias de apoyo para la diversidad funcional.