​En su segunda semana de ejecución, el balance que hoy se hace del Censo en el valle de Aconcagua es totalmente positivo. Cosa que respondería al importante trabajo de coordinación previa y la colaboración de los municipios y la comunidad organizada. En esto último se ha destacado que el apoyo de los dirigentes sociales y vecinales ha sido fundamental para motivar a la gente a abrir sus puertas, recibir a los censistas y no dar cabida a las fake news sobre los fines del proceso y el secreto estadístico. En el caso de aquellas zonas georreferenciadas como conflictivas, también se ha dispuesto de un trabajo mancomunado para la seguridad de los censistas. En cuanto a sectores alejados o rurales, los municipios están apoyando en el traslado. Lo cierto es que el despliegue ha sido el proyectado y actualmente ya las estadísticas hablan de un avance cercano al 20% en la aplicación de la encuesta. El censo se lleva a cabo de lunes a lunes entre las 9 de la mañana y las 21 horas. Pero qué ocurre si los censistas no encuentran a nadie en un domicilio. Volverán a pasar en al menos cuatro ocasiones. Pese a que hasta el momento todo ha resultado de buena forma en Aconcagua, las autoridades representantes del Gobierno en las provincias de Los Andes y San Felipe, reiteraron el llamado a abrir la puerta y frente a cualquier duda, identificar al censista primero por su vestimenta, luego a través de un código QR donde podrá verificar los datos de la persona y como tercera opción, a través del número telefónico gratuito 1525 donde se puede llamar, entregar el rut del censista y corroborar que efectivamente es parte del proceso.