La primera es que aseguran que el agua es acaparada por la primera sección del río, impidiendo que llegue a sus cultivos, y por otro lado, porque cuando aumenta el caudal, no les queda más que mirar como el recurso hídrico pasa río abajo sin tampoco poder usarla como esperarían.

Así es como a juicio de los ediles, esta reunión marca un hito en torno a la unión de todas las comunas en la provincia de Quillota por un bien común. 

Un problema que a juicio del gobernador regional, presente en la reunión, surge primero con la privatización y luego se agudiza al momento de seccionar el río Aconcagua y problemas estructurales.

Un problema que se da en la tercera sección del río Aconcagua donde en algunos sectores incluso denuncian tener con suerte 30 minutos de agua semanal para el riego.

Llegar a acuerdos y buscar soluciones entonces, es imperante.

El problema no es el aseguramiento de agua para el consumo humano en el Gran Valparaíso… todos están de acuerdo en que es un derecho y debe existir. Lo que los alcaldes y las comunidades no están dispuestas a aceptar es que eso signifique el sacrificio de las zonas más interiores de la región.