En pleno verano y con las fronteras cerradas, entre los meses de enero y febrero, ingresaron entre 3.000 y 4.000 extranjeros por pasos no habilitados del norte de Chile. Esa cifra ha disminuido a casi 700 por mes, según informó el Ministerio del Interior.

La crisis migratoria ha golpeado duramente a la comuna de Colchane, en Región de Tarapacá. En lo que va de este año han fallecido 11 migrantes en su intento por cruzar las fronteras. Además, se ha registrado un aumento de las bandas criminales que ingresan extranjeros de manera ilegal. Por ello, el Gobierno anunció que se crearán nuevos puntos de control fronterizo.

“Tenemos que tener la capacidad de tener estrategias móviles, con equipamiento de última generación. Pero también, por supuesto, vamos a realizar acciones fuera de Chile”, dijo el Ministro del Interior, Rodrigo Delgado. Son medidas que permitirán identificar a los llamados “coyotes”, es decir, personas que trasladan a migrantes, a través de las fronteras de la macrozona norte.

Agregó que -hasta la fecha- más de 20 mil personas han sido notificadas de su ingreso ilegal a nuestro país, lo que podría significar una expulsión, a corto plazo. En Chile, la nueva Ley de Migración y Extranjería establece un plazo de 180 días, para que un migrante que ingresó de manera clandestina, abandone el país sin sanción.