‘OTRA RONDA’: UNA BORRACHERA COMO CELEBRACIÓN DE LA VIDA
La ganadora del Oscar a mejor película extranjera en 2020 llegó a Netflix.
Por Pablo Arriagada Ray.
El trabajo más personal del director danés Thomas Vinterberg se llama ‘Otra Ronda’ (Druk, Another Round), y en ella nos cuenta la historia de cuatro profesores de Copenhague, Martin (Mads Mikkelsen), Tommy (Thomas Bo Larsen), Peter (Lars Ranthe) y Nikolaj (Magnus Millang) quienes atraviesan por una crisis de mediana edad, debido a que sus vidas se han vuelto rutinarias: dan clases, conviven con sus familias y celebran fechas especiales. Sus clases son densas, sus alumnos no tienen ganas y el bajo rendimiento es atribuido específicamente a la baja labor de los tutores.
En casa, la situación tampoco mejora mucho. Martin (Mikkelsen), tiene una mala relación con su esposa y sus hijos no lo consideran. Le angustia haberse vuelto un aburrido.
Sin embargo, el deprimente escenario cambia cuando los cuatro amigos deciden rescatar sus vidas de la miseria al iniciar un peculiar experimento sociológico basado en la teoría del psiquíatra y escritor noruego Finn Skarderud, que señala que los humanos nacen con un déficit de 0,05% de alcohol en la sangre, y cuando se compensa esa diferencia, las personas se convierten en la mejor versión de ellos mismos.
Así, el grupo comienza a beber todos los días para mantener esa tasa de alcohol al mismo nivel e intentar demostrar que pueden mejorar sus vidas. En casa, en clases, en donde sea, pero siempre dejándolo a las 8 de la tarde, para amanecer la mañana siguiente.
En un principio las cosas salen de maravilla, cada uno empieza a rendir mejor laboral y socialmente. Su estado desinhibido hace que sus clases sean más divertidas, lúdicas y generen mejores lazos con sus alumnos. De a poco, los vemos balbucear, chocar con los muebles y volverse cada vez más eufóricos. Casi pareciera que bebemos con ellos. Pero paulatinamente, a medida que los cuatro logran convertirse en otra persona y empiezan a traspasar los límites, comienzan los problemas.
Vinterberg alterna las parrandas de los profesores con divertidos clips de políticos y personalidades reales que construyen todo un tratado filosófico sobre el alcohol. Muestra los efectos con naturalidad y de forma orgánica, sin juzgar ni mostrar el lado más oscuro del consumo, porque ‘Druk’ no es una película moralista, sino que establece como un trago amplifica los anhelos, tristezas y angustias de nuestro interior.
Pero tampoco es una cinta sobre el consumo de alcohol. El cineasta usa el pretexto de la bebida para atraer nuestra atención, antes de revelar que la película tiene un mensaje más profundo sobre cómo, cuando la vida parece aburrida y sin sentido, a menudo se debe a nuestro fracaso a la hora de ser honestos con nosotros mismos. Y esta es precisamente la ronda que convierte ‘Otra ronda’ en una historia que celebra los altibajos de la vida.
A todo esto contribuye la estupenda actuación del grupo protagonista, especialmente la de Mads Mikkelsen, que trabajando en su lengua materna después de mucho tiempo, brinda una de las mejores actuaciones de su carrera. Es impresionante como Hollywood ha desaprovechado a tal diamante en bruto, mientras que Dinamarca ha dado sabido dar rienda suelta a sus capacidades.
Ganadora del premio Oscar a mejor película extranjera en la más reciente edición de la ceremonia, tras aceptar el premio, el director le dedicó el éxito a su hija Ida, fallecida en un accidente vehicular en 2019, y que iba a participar en la cinta originalmente.
‘Otra ronda’ es la madurez de Thomas Vinterberg, una parranda sanadora que celebra la amistad y la pérdida, repleta de melancolía, humor negro y esperanza, como la mejor de las borracheras. No se la pierdan en Netflix. ¡Salud!