Desde que
comenzaron a aparecer los primeros casos de covid19 en el valle de Aconcagua,
toda el área salud se volcó en un trabajo incesante para contener la pandemia.
Un trabajo que hasta hoy se mantiene pero que poco a poco comienza a reactivar
también otros servicios como las atenciones rutinarias en los centros de salud
familiar. En esta reactivación quedó en evidencia una realidad que nadie
advirtió y es que el confinamiento, y el cambio en las rutinas, parecieran
también haber generado cambios en los estilos de vida de muchos, apareciendo
hoy un problema con el consumo de alcohol y tabaco.