Durante años han vivido la misma situación, pero hace tres meses el conflicto se transformó en un serio dolor de cabeza para más de 500 personas, residentes de la villa Jardines Familiares en Los Andes, quienes han debido lidiar con la baja en la presión del agua potable, obligándolos a modificar sus rutinas diarias para al menos bañarse con agua caliente.

Un drama sanitario que se da precisamente en ese contexto. En medio de una pandemia donde el principal llamado de las autoridades es a lavarse permanentemente las manos, cosa que las 126 familias del sector y los trabajadores de varias empresas emplazadas en la villa, no pueden hacer por la interrupción del suministro de agua potable.

Frente a esta situación, el subgerente zonal de Esval, Rodrigo Lastra, señaló que: " como sanitaria estamos al tanto de lo indicado por los vecinos, frente a lo que nos encontramos trabajando con equipos en terreno para una pronta solución." Reconoció que la situación se presentó a partir de obras de mejoramiento que se ejecutaron en la zona poniente de Los Andes, sumado a los cambios estacionales, de aumento de temperaturas y consumo.