Mucho se ha hablado de la falta que hacen los niños en los colegios, de la importancia de la educación presencial y de lo extraño que es ver establecimientos educacionales vacíos, sin ruido y sin vida. Una situación derivada de la pandemia y que afecta a profesores, asistentes y estudiantes, pero que también toca fuerte en un grupo de personas de las cuales suele no hablarse mucho, pero que cumplen un rol fundamental al interior de los colegios.

Se trata de las manipuladoras de alimentos, que desde 2015, cada último viernes de Octubre, celebran su día en nuestro país y que hoy han debido cambiar radicalmente sus rutinas de trabajo a causa de la realidad producto de la crisis sanitaria.