Desde hace mucho tiempo que las carreras clandestinas se han transformado en un verdadero dolor de cabeza tanto para los vecinos como para las autoridades. A cualquier hora se registran estos hechos ilegales y pese a las permanentes denuncias, nunca se ha conocido de personas detenidas. Pero eso es solo una parte del problema vial que existe en las distintas ciudades, pues también están aquellos conductores irresponsables que circulan a altas velocidades sin importarles nada. El riesgo para las personas y animales, entonces, es permanente. 

Con la idea de disminuir esos riesgos, en Los Andes, el municipio desarrolló un plan de instalación de lomos de toro en distintos puntos de la ciudad.

El plan consideró la instalación de 32 reductores de velocidad, 19 de ellos son lomos de toro redondeados de asfalto y otros 13 lomillos de caucho que están distribuidos en arterias de alto y mediano tránsito.

Los trabajos consideraron la instalación de lomos de toro en calle Chacay, Esmeralda Poniente, Juan Pablo II, Rancagua, Eduardo Frei, Elías Foncea y Héctor Humeres. Mientras que los lomillos se instalaron en la villa Los Monjes III, El Patagual, Jardines de Los Andes, Bicentenario, Barrio Oriente y Remodelación Viña del Mar.