Pocos días nos separan de cumplirse un mes desde aquel fatídico 17 de diciembre, día en que una triste noticia enlutó al valle de Aconcagua. La joven andina Ángela Figueroa de solo 23 años, falleció tras caer del décimo primer piso de un edificio de calle Arlegui en Viña del Mar. El sitio del suceso fue trabajado bajo la hipótesis de un suicidio, pero nada de lo que se decía fue aceptado por su familia, que inmediatamente luchó para que el hecho fuese investigado como un posible femicidio. A propósito de esto se activó el protocolo femicida y las sospechas apuntan directamente a quien fuera su pareja, un abogado viñamarino.Un manto de dudas cubre este caso y es que después de la muerte de Ángela, aparecieron personas que reconocían en la pareja de la joven, violencia psicológica y una actitud celópata. Una joven alegre, amable, cariñosa y muy amiga de sus amigos, así recuerdan a Ángela, quien se había titulado de dibujante arquitectónica en DUOC, y que ahora, cursaba su segundo año de Diseño Industrial en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Sus cercanos no dan crédito a la posibilidad que se haya lanzado del piso 11 y por eso hoy, solo buscan justicia.Ángela nació en Los Andes, pero de pequeña se trasladó junto a sus padres hasta La Ligua donde creció, antes de viajar a Viña del Mar para convertirse en profesional. Nadie de su familia ni círculo cercano cree en la tesis de un suicidio y hoy, cuando se activó el protocolo femicida, su familia busca visibilizar el hecho para que se haga justicia.