En la Delegación Presidencial se conmemoró la firma de Acta de fundación de la Primera Compañía de Bomberos
A 140 años de su fundación, la “Bomba Andes” mantiene un legado de sacrificio y compromiso
El patio Gabriela Mistral de la Delegación Presidencial Provincial fue el escenario elegido para revivir el origen de una historia que ha acompañado a generaciones. Allí, donde hace más de un siglo comenzó la labor de la Bomba Andes, se realizó la ceremonia que reafirmó el vínculo entre pasado y presente, con la firma de un acta simbólica que honra la fundación de la compañía.
Fundada un 25 de agosto de 1885 por el entonces gobernador Darío Risopatrón, la Primera Compañía es un referente en la provincia, pero al mismo tiempo, un ejemplo de continuidad y compromiso. Cada autoridad provincial, desde aquel primer gobernador hasta los delegados actuales, ha sido parte de esta tradición al asumir el título de Director Benemérito, un reconocimiento que este año destacó a quienes han acompañado este legado en tiempos recientes.
Hoy, la Primera Compañía de Bomberos de Los Andes se establece como la segunda institución más antigua de la zona y la primera en mantener el objetivo para el que fue creada: proteger y servir a la ciudadanía. Un legado que, más allá del paso del tiempo, sigue vivo en cada acto de valentía, en cada emergencia atendida y en cada generación de hombres y mujeres que asume con orgullo la responsabilidad de llevar el número 1 en su pecho.
Pero la historia de esta compañía también lleva consigo momentos de profundo dolor. El 25 de noviembre de 1987 quedó marcado en su memoria cuando cuatro voluntarios perdieron la vida en un rescate en el Río Colorado. Sus nombres, grabados en la memoria colectiva, recuerdan que el servicio a la comunidad no está exento de sacrificio.
Esa fecha, al igual que la de su fundación, simboliza el espíritu de estos hombres y mujeres que han hecho del servicio una vocación. Bueno o malo, coincidentemente el 25 no es solo un día en el calendario, sino un recordatorio de la entrega y el compromiso que los Primerinos han mantenido durante 140 años.
