Cosa que se logró tras la unión de nueve de los diez ediles, además de representantes de los vecinos, quienes con un objetivo en común generaron la presión necesaria para evitar que el cuestionado decreto se llevara a efecto como había sido confeccionado en primera instancia… es decir, cerrando permanentemente las compuertas de la primera sección del río para llevar toda el agua en beneficio del Gran Valparaíso.

Unión pocas veces vista y que dejó una sensación muy positiva entre los aconcagüinos, que esperan acciones como estas más reiteradas. Precisamente los alcaldes de las comunas cabeceras de provincia, destacan el trabajo que en menos de una semana permitió revertir una situación crítica y dejan la puerta abierta a trabajar juntos sin que las ideologías políticas marquen las pautas por sobre el bien común de la zona.

En relación al cuestionado decreto de la DGA y pese a que esta nueva decisión trae algo de calma, los alcaldes de las provincias de San Felipe y Los Andes, han declarado que se mantendrán alertas ante posibles nuevas disposiciones que impliquen perjudicar el abastecimiento de agua, tanto para los agricultores de la zona como para los Servicios Sanitarios Rurales.