​Fue a eso de las tres de la tarde del domingo, cuando en un banco de arena en el río Aconcagua, en las cercanías del Peaje de Panquehue, tres buzos voluntarios provenientes del sur del país y que habían sido gestionados por la propia familia, dieron con el cuerpo de una mujer, que inmediatamente no pudo ser identificada, pero que algunos tatuajes hacían presumir que se trataba de Michelle Silva Gutiérrez. Tras el hallazgo del cadáver, el fiscal a cargo del caso se hizo presente en el lugar junto a personal de la Brigada de Homicidios de la PDI Los Andes y del Laboratorio de Criminalística de Valparaíso para realizar las pericias necesarias que la mañana de este lunes permitieron establecer y confirmar, mediante huellas dactilares, que, si se trata de la joven que permaneció un mes y cuatro días, desaparecida. Dependiendo de las capacidades técnicas y tecnológicas, la necropsia podría realizarse en Valparaíso o Santiago, donde no solo se buscará establecer la causa basal de muerte, sino que también, si es que existen evidencias de algún ataque sexual que haga reformalizar al imputado y autor confeso del crimen.