La agrupación “Calle Solidaria” está haciendo un llamado a la comunidad para reunir alimentos no perecibles en apoyo a personas en situación de calle, continuando así su labor social durante todo el año. Al mismo tiempo, el grupo prepara una nueva exposición llamada “La Calle Narra”, luego de un año recorriendo con “La Calle Habla”, muestra fotográfica que retrata rostros y lugares donde viven estas personas. La nueva propuesta busca reflejar su realidad a través de imágenes y relatos nacidos desde la vida misma en las calles. El objetivo es visibilizar una situación muchas veces ignorada, mostrando el lado humano y cotidiano de quienes enfrentan la vida sin un hogar. A través del arte y la colaboración, “Calle Solidaria” espera generar empatía y reflexión en la comunidad andina, justo en el mes donde se resalta el cuidado de la Salud Mental, cosa que está directamente relacionada con quienes viven en situación calle. Las donaciones de alimentos serán utilizadas en las rutas solidarias que realizan los voluntarios, donde entregan comida, abrigo y contención a quienes más lo necesitan, mientras que los recursos económicos servirán para levantar la muestra. Todos los aportes pueden gestionarse mediante las redes sociales “Calle Solidaria Los Andes” en Instagram y Facebook, o de forma presencial en la oficina de la agrupación ubicada en calle Santa Rosa, entre O’Higgins y Las Heras, al interior del local “Tecno Planos”.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) mantiene un despliegue intenso en el valle de Aconcagua para enfrentar la presencia de la mosca de la fruta, una plaga que amenaza la producción agrícola de la zona. Para que el trabajo sea efectivo, la institución insiste en la importancia de que los vecinos abran las puertas de sus viviendas y permitan el ingreso de los equipos de fiscalización. En diversos sectores los funcionarios recorren las casas para instalar trampas, inspeccionar árboles frutales y aplicar medidas de control. Sin ese acceso, el rastreo de la plaga resulta incompleto, lo que dificulta su erradicación. Con el paso del tiempo eso sí, el trabajo ha sido más llevadero y es que la comunidad ha entendido la relevancia de aportar con el solo hecho de permitir el trabajo de los fiscalizadores. La desconfianza es uno de los factores para no abrir las puertas. Frente a eso se indicó que los funcionarios recorren las viviendas debidamente identificados con chaquetillas del SAG y credenciales, sin embargo, ante cualquier duda las personas también pueden corroborar la información llamando al teléfono +569 79491813 Esta labor se complementa con campañas educativas y un refuerzo en los controles fronterizos, sin embargo, el apoyo comunitario es considerado el factor clave. El ingreso a los patios permite detectar a tiempo la presencia del insecto y evitar que siga propagándose en zonas urbanas y rurales.
En la provincia de Los Andes se llevó a cabo una nueva jornada de difusión y coordinación en torno a los problemas que enfrenta la agricultura local. El tema central fue la presencia de la Mosca de la Fruta, un insecto que genera incertidumbre entre los productores por el impacto que puede tener en sus cultivos y en la economía agrícola de la zona. El Servicio Agrícola y Ganadero mantiene un trabajo permanente en el territorio para contener el avance de la plaga, principalmente en parqueaderos. Donde la situación adquiere mayor complejidad es con el inicio del horario de verano en el paso fronterizo Los Libertadores este 1 de septiembre, que comenzará a operar las 24 horas. El aumento del tránsito de personas y mercancías obliga a reforzar la fiscalización, ya que existe riesgo de ingreso de la mosca a través de productos no declarados que se trasladan entre Mendoza y Los Andes. Un esfuerzo que se ha dicho, busca dar tranquilidad a los agricultores mediante acciones de control y vigilancia, con el fin de proteger tanto la producción local como los mercados que dependen de ella. La amenaza de esta plaga es sin duda un desafío mayor para agricultores y autoridades de la zona, pues no solo se compromete la producción local, sino también la seguridad alimentaria y el prestigio exportador de la fruta chilena.
Con mensajes visibles en buses y terminales, autoridades y comunidades de la provincia de San Felipe dieron un nuevo impulso a la campaña “La Región de Valparaíso Cuida y Respeta”, que busca prevenir la violencia de género y promover relaciones de respeto en los espacios cotidianos. En la misma línea, desde el gobierno se señaló que el transporte público es “un espacio clave donde debemos garantizar seguridad y trato digno para todas y todos”. Esta iniciativa busca visibilizar y erradicar prácticas de violencia en la vida cotidiana y en el transporte público, instalando mensajes preventivos en los recorridos que conectan San Felipe, Catemu, Llay Llay y Putaendo. Cabe precisar que todos los buses interubanos cuentan con cámaras en su interior Alcaldes de la zona y representantes de Empresas Puma, operador de buses intercomunales, valoraron que la iniciativa incorpore a choferes y usuarios como agentes de cambio, convirtiendo los trayectos diarios en un canal de educación y conciencia social.
La agrupación “Calle Solidaria” está haciendo un llamado a la comunidad para reunir alimentos no perecibles en apoyo a personas en situación de calle, continuando así su labor social durante todo el año. Al mismo tiempo, el grupo prepara una nueva exposición llamada “La Calle Narra”, luego de un año recorriendo con “La Calle Habla”, muestra fotográfica que retrata rostros y lugares donde viven estas personas. La nueva propuesta busca reflejar su realidad a través de imágenes y relatos nacidos desde la vida misma en las calles. El objetivo es visibilizar una situación muchas veces ignorada, mostrando el lado humano y cotidiano de quienes enfrentan la vida sin un hogar. A través del arte y la colaboración, “Calle Solidaria” espera generar empatía y reflexión en la comunidad andina, justo en el mes donde se resalta el cuidado de la Salud Mental, cosa que está directamente relacionada con quienes viven en situación calle. Las donaciones de alimentos serán utilizadas en las rutas solidarias que realizan los voluntarios, donde entregan comida, abrigo y contención a quienes más lo necesitan, mientras que los recursos económicos servirán para levantar la muestra. Todos los aportes pueden gestionarse mediante las redes sociales “Calle Solidaria Los Andes” en Instagram y Facebook, o de forma presencial en la oficina de la agrupación ubicada en calle Santa Rosa, entre O’Higgins y Las Heras, al interior del local “Tecno Planos”.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) mantiene un despliegue intenso en el valle de Aconcagua para enfrentar la presencia de la mosca de la fruta, una plaga que amenaza la producción agrícola de la zona. Para que el trabajo sea efectivo, la institución insiste en la importancia de que los vecinos abran las puertas de sus viviendas y permitan el ingreso de los equipos de fiscalización. En diversos sectores los funcionarios recorren las casas para instalar trampas, inspeccionar árboles frutales y aplicar medidas de control. Sin ese acceso, el rastreo de la plaga resulta incompleto, lo que dificulta su erradicación. Con el paso del tiempo eso sí, el trabajo ha sido más llevadero y es que la comunidad ha entendido la relevancia de aportar con el solo hecho de permitir el trabajo de los fiscalizadores. La desconfianza es uno de los factores para no abrir las puertas. Frente a eso se indicó que los funcionarios recorren las viviendas debidamente identificados con chaquetillas del SAG y credenciales, sin embargo, ante cualquier duda las personas también pueden corroborar la información llamando al teléfono +569 79491813 Esta labor se complementa con campañas educativas y un refuerzo en los controles fronterizos, sin embargo, el apoyo comunitario es considerado el factor clave. El ingreso a los patios permite detectar a tiempo la presencia del insecto y evitar que siga propagándose en zonas urbanas y rurales.
En la provincia de Los Andes se llevó a cabo una nueva jornada de difusión y coordinación en torno a los problemas que enfrenta la agricultura local. El tema central fue la presencia de la Mosca de la Fruta, un insecto que genera incertidumbre entre los productores por el impacto que puede tener en sus cultivos y en la economía agrícola de la zona. El Servicio Agrícola y Ganadero mantiene un trabajo permanente en el territorio para contener el avance de la plaga, principalmente en parqueaderos. Donde la situación adquiere mayor complejidad es con el inicio del horario de verano en el paso fronterizo Los Libertadores este 1 de septiembre, que comenzará a operar las 24 horas. El aumento del tránsito de personas y mercancías obliga a reforzar la fiscalización, ya que existe riesgo de ingreso de la mosca a través de productos no declarados que se trasladan entre Mendoza y Los Andes. Un esfuerzo que se ha dicho, busca dar tranquilidad a los agricultores mediante acciones de control y vigilancia, con el fin de proteger tanto la producción local como los mercados que dependen de ella. La amenaza de esta plaga es sin duda un desafío mayor para agricultores y autoridades de la zona, pues no solo se compromete la producción local, sino también la seguridad alimentaria y el prestigio exportador de la fruta chilena.
Con mensajes visibles en buses y terminales, autoridades y comunidades de la provincia de San Felipe dieron un nuevo impulso a la campaña “La Región de Valparaíso Cuida y Respeta”, que busca prevenir la violencia de género y promover relaciones de respeto en los espacios cotidianos. En la misma línea, desde el gobierno se señaló que el transporte público es “un espacio clave donde debemos garantizar seguridad y trato digno para todas y todos”. Esta iniciativa busca visibilizar y erradicar prácticas de violencia en la vida cotidiana y en el transporte público, instalando mensajes preventivos en los recorridos que conectan San Felipe, Catemu, Llay Llay y Putaendo. Cabe precisar que todos los buses interubanos cuentan con cámaras en su interior Alcaldes de la zona y representantes de Empresas Puma, operador de buses intercomunales, valoraron que la iniciativa incorpore a choferes y usuarios como agentes de cambio, convirtiendo los trayectos diarios en un canal de educación y conciencia social.