Cerca de las 4:30 de la madrugada de este martes, las sirenas de Bomberos alertaron sobre una emergencia en la ribera sur del río Aconcagua, a la altura de calle El Laberinto en Los Andes. En un principio, se reportó como un incendio de pastizales, pero al llegar al lugar, los equipos de emergencia constataron la real magnitud del siniestro: una gran acumulación de basura ardía, generando un incendio subterráneo que obligó a desplegar un amplio operativo con unidades del Cuerpo de Bomberos de Los Andes - Calle Larga, quienes fueron apoyados por Bomberos de San Esteban. Sobre las causas, aún no existen antecedentes. Aunque los voluntarios lograron controlar rápidamente el avance de las llamas, evitando que alcanzaran viviendas cercanas y zonas con material inflamable, la naturaleza subterránea del incendio dificultó considerablemente su extinción, convirtiéndolo en una emergencia compleja de manejar. Fueron necesarias más de diez horas de intenso trabajo por parte de los equipos de emergencia, que también aplicaron el producto entregado por el municipio a fines del año pasado precisamente para el control de este tipo de siniestros. Cerros de basura, madera, colchones, muebles, electrodomésticos y una enorme cantidad de neumáticos fueron consumidos por las llamas. El incendio, que probablemente se mantendrá activo por varios días, generó por momentos una densa nube de humo que, empujada por el viento, llegó hasta el sector céntrico y oriente de la ciudad.
Parece una historia de nunca acabar pero que, desde hoy, a nivel comunal buscan frenar de manera definitiva. Se trata de la cantidad de incendios subterráneos que se generan en el borde río en Los Andes y que afectan principalmente a vecinos de sectores como Las Juntas, Ambrosio O’Higgins, Villa Senderos de Los Andes, Hermanos Maristas y Hacienda Cordillera, entre otros. A través de una reunión que convocó a diversos actores como PDI, bomberos, las concejalas Marianella Benavides y Marta Yochum y vecinos, el municipio inició un trabajo para poner fin a estas prácticas que no solo afectan la calidad de vida de las personas, sino que también dañan sobremanera el medioambiente. Incendios subterráneos que además se generan a propósito de la gran cantidad de basura que personas inescrupulosas arrojan en la ribera del Aconcagua, transformándose con el correr de los años, en un inmenso botadero clandestino. Situaciones que han sido denunciadas públicamente por los vecinos afectados directamente y es que la preocupación es alta por el riesgo incluso de intoxicaciones. Pero junto con convocar a este trabajo conjunto, desde el municipio se adquirió un producto denominado TCAS SG, especialmente diseñado para este tipo de incendios subterráneos, pues neutraliza la fermentación de los residuos existentes por lo que elimina la generación de los gases inflamables y también el efecto temperatura, cortando así el origen de los incendios. Así es como a través de esta mesa de trabajo se busca tomar diversas acciones a corto, mediano y largo plazo, incluyendo, por ejemplo, patrullajes frecuentes y fortaleciendo la denuncia ciudadana, instando a la comunidad a reportar cualquier actividad sospechosa.
Cerca de las 4:30 de la madrugada de este martes, las sirenas de Bomberos alertaron sobre una emergencia en la ribera sur del río Aconcagua, a la altura de calle El Laberinto en Los Andes. En un principio, se reportó como un incendio de pastizales, pero al llegar al lugar, los equipos de emergencia constataron la real magnitud del siniestro: una gran acumulación de basura ardía, generando un incendio subterráneo que obligó a desplegar un amplio operativo con unidades del Cuerpo de Bomberos de Los Andes - Calle Larga, quienes fueron apoyados por Bomberos de San Esteban. Sobre las causas, aún no existen antecedentes. Aunque los voluntarios lograron controlar rápidamente el avance de las llamas, evitando que alcanzaran viviendas cercanas y zonas con material inflamable, la naturaleza subterránea del incendio dificultó considerablemente su extinción, convirtiéndolo en una emergencia compleja de manejar. Fueron necesarias más de diez horas de intenso trabajo por parte de los equipos de emergencia, que también aplicaron el producto entregado por el municipio a fines del año pasado precisamente para el control de este tipo de siniestros. Cerros de basura, madera, colchones, muebles, electrodomésticos y una enorme cantidad de neumáticos fueron consumidos por las llamas. El incendio, que probablemente se mantendrá activo por varios días, generó por momentos una densa nube de humo que, empujada por el viento, llegó hasta el sector céntrico y oriente de la ciudad.
Parece una historia de nunca acabar pero que, desde hoy, a nivel comunal buscan frenar de manera definitiva. Se trata de la cantidad de incendios subterráneos que se generan en el borde río en Los Andes y que afectan principalmente a vecinos de sectores como Las Juntas, Ambrosio O’Higgins, Villa Senderos de Los Andes, Hermanos Maristas y Hacienda Cordillera, entre otros. A través de una reunión que convocó a diversos actores como PDI, bomberos, las concejalas Marianella Benavides y Marta Yochum y vecinos, el municipio inició un trabajo para poner fin a estas prácticas que no solo afectan la calidad de vida de las personas, sino que también dañan sobremanera el medioambiente. Incendios subterráneos que además se generan a propósito de la gran cantidad de basura que personas inescrupulosas arrojan en la ribera del Aconcagua, transformándose con el correr de los años, en un inmenso botadero clandestino. Situaciones que han sido denunciadas públicamente por los vecinos afectados directamente y es que la preocupación es alta por el riesgo incluso de intoxicaciones. Pero junto con convocar a este trabajo conjunto, desde el municipio se adquirió un producto denominado TCAS SG, especialmente diseñado para este tipo de incendios subterráneos, pues neutraliza la fermentación de los residuos existentes por lo que elimina la generación de los gases inflamables y también el efecto temperatura, cortando así el origen de los incendios. Así es como a través de esta mesa de trabajo se busca tomar diversas acciones a corto, mediano y largo plazo, incluyendo, por ejemplo, patrullajes frecuentes y fortaleciendo la denuncia ciudadana, instando a la comunidad a reportar cualquier actividad sospechosa.