Una situación desesperante vive un médico de Los Andes, luego de descubrir que fue víctima de una compleja suplantación de identidad. Hace aproximadamente un mes, se enteró de que alguien utilizó su nombre y sus datos personales para adquirir un lujoso vehículo Audi Q8 mediante un crédito bancario por 40 millones de pesos, todo lo que habría sucedido en la alejada ciudad de Puerto Montt. Desde entonces, su vida se ha transformado en una verdadera pesadilla. Inmediatamente puso una denuncia en PDI por estafa y suplantación de identidad. Luego el profesional, a través de la CMF corroboró la millonaria deuda, enterándose de paso que todo el trámite para el crédito automotriz, se hizo en Santander Consumer. El caso ha causado revuelo a nivel nacional dado que se trata de una situación nunca antes vista. Bueno, no tanto, porque fuentes al interior del propio banco involucrado, reconocen que están al tanto de este y otros quince casos. Mientras tanto, el médico sigue atrapado en una pesadilla que no provocó, enfrentando el riesgo de perder su estabilidad financiera y profesional. Esto porque hoy arrastra una deuda que el banco reconoce como fraude y que traspasó al área judicial; tiene un auto a su nombre que, de verse involucrado en un accidente o delito, él será responsable y por si fuera poco, aparece como imputado en la causa iniciada por el verdadero dueño del vehículo. Por otro lado, la situación deja en evidencia las vulnerabilidades del sistema y la gravedad de los delitos de suplantación de identidad, cuyas víctimas muchas veces deben asumir las consecuencias de actos que jamás cometieron.
Una situación desesperante vive un médico de Los Andes, luego de descubrir que fue víctima de una compleja suplantación de identidad. Hace aproximadamente un mes, se enteró de que alguien utilizó su nombre y sus datos personales para adquirir un lujoso vehículo Audi Q8 mediante un crédito bancario por 40 millones de pesos, todo lo que habría sucedido en la alejada ciudad de Puerto Montt. Desde entonces, su vida se ha transformado en una verdadera pesadilla. Inmediatamente puso una denuncia en PDI por estafa y suplantación de identidad. Luego el profesional, a través de la CMF corroboró la millonaria deuda, enterándose de paso que todo el trámite para el crédito automotriz, se hizo en Santander Consumer. El caso ha causado revuelo a nivel nacional dado que se trata de una situación nunca antes vista. Bueno, no tanto, porque fuentes al interior del propio banco involucrado, reconocen que están al tanto de este y otros quince casos. Mientras tanto, el médico sigue atrapado en una pesadilla que no provocó, enfrentando el riesgo de perder su estabilidad financiera y profesional. Esto porque hoy arrastra una deuda que el banco reconoce como fraude y que traspasó al área judicial; tiene un auto a su nombre que, de verse involucrado en un accidente o delito, él será responsable y por si fuera poco, aparece como imputado en la causa iniciada por el verdadero dueño del vehículo. Por otro lado, la situación deja en evidencia las vulnerabilidades del sistema y la gravedad de los delitos de suplantación de identidad, cuyas víctimas muchas veces deben asumir las consecuencias de actos que jamás cometieron.