Inició el juicio contra el cirujano francés Joël Le Scouarnec -que ya cumple una condena de 15 años de cárcel por abusos a menores- acusado de agredir sexualmente de casi 300 pacientes, la mayoría de ellos niños, a lo largo de varias décadas. Le Scouarnec, de 74 años, que siguió ejerciendo la medicina a pesar de haber sido condenado en 2005 por posesión de imágenes de abusos a menores y de las repetidas advertencias de sus colegas, se enfrenta a 20 años más de cárcel si es declarado culpable. “He hecho cosas horribles”, admitió Le Scouarnec el lunes tras la apertura del juicio, añadiendo que es “perfectamente consciente de que estas heridas no pueden borrarse ni curarse”. Celebrado en el Tribunal Penal de Morbihan, en Bretaña, el nuevo juicio se centra en las acusaciones sobre que Le Scouarnec agredió sexualmente o violó a 299 pacientes, principalmente mientras estaban bajo anestesia general, entre 1989 y 2014. De las víctimas, 256 eran menores de 15 años y la más joven apenas tenía un año. Le Scouarnec fue condenado por primera vez en 2020 por abusar de cuatro niños, entre ellos dos de sus sobrinas. Sin embargo, su capacidad para seguir ejerciendo la medicina hasta su jubilación -pese a las primeras alertas rojas- ha provocado duras críticas a los organismos reguladores médicos de Francia, en particular a la Orden de Médicos, que ahora es parte civil en el caso. Cirujano francés “describía cirugías con metáforas sexuales” Le Scouarnec fue señalado por el FBI en 2004 por acceder a imágenes de abusos a menores en internet mientras trabajaba en Lorient, ciudad de Bretaña. Un año después, un tribunal francés lo condenó a cuatro meses de prisión. Para entonces, ya se había trasladado a una ciudad situada a Quimperlé, donde fue acogido como un cirujano muy necesario. El psiquiatra Thierry Bonvalot, aquel que trabajaba con Le Scouarnec en en el hospital local muestra preocupación sobre conocer su condición. Describía la cirugía con tantas metáforas sexuales que me quedé estupefacto, afirmó. Admitió que había sido condenado por pornografía infantil, explica Bonvalot. Fuente: BioBioChile
Una jornada llena de emoción y esperanza vivieron niños y jóvenes con cáncer en el aeródromo de Boco, en Quillota. Gracias a la colaboración entre distintas entidades, los pequeños tuvieron la oportunidad de surcar los cielos y vivir la inolvidable experiencia de volar en avioneta. La actividad se llevó a cabo en el marco del Día Mundial del Cáncer Infantil, con el objetivo de regalar un momento de alegría a quienes enfrentan una dura batalla contra la enfermedad. Para ello, el Club Aéreo de Quillota puso a disposición sus aviones y pilotos, mientras que el Club de Leones Villa Alemana Eterna Juventud organizó la logística y la Fundación Franco Cepeda Lillo invitó a una veintena de sus beneficiarios a participar. Desde el momento en que llegaron al aeródromo, los niños y sus familias fueron recibidos con cariño. La emoción era evidente en sus rostros, especialmente cuando subieron a las avionetas y despegaron. Pero no solo los niños con cáncer disfrutaron de esta experiencia. También se consideró a sus hermanos, quienes muchas veces quedan en segundo plano debido a la atención que requiere el tratamiento de su familiar enfermo. Las familias y la fundación, agradecieron profundamente la iniciativa, destacando que más allá de la emoción del vuelo, este tipo de actividades les permite sentirse acompañados y comprendidos en un camino que muchas veces es difícil. La jornada finalizó con abrazos, fotos y la promesa de repetir la actividad en el futuro. Un día que, sin duda, quedará guardado en la memoria de todos los que participaron y que demuestra que, con solidaridad y amor, se pueden construir momentos de felicidad incluso en tiempos difíciles.
Inició el juicio contra el cirujano francés Joël Le Scouarnec -que ya cumple una condena de 15 años de cárcel por abusos a menores- acusado de agredir sexualmente de casi 300 pacientes, la mayoría de ellos niños, a lo largo de varias décadas. Le Scouarnec, de 74 años, que siguió ejerciendo la medicina a pesar de haber sido condenado en 2005 por posesión de imágenes de abusos a menores y de las repetidas advertencias de sus colegas, se enfrenta a 20 años más de cárcel si es declarado culpable. “He hecho cosas horribles”, admitió Le Scouarnec el lunes tras la apertura del juicio, añadiendo que es “perfectamente consciente de que estas heridas no pueden borrarse ni curarse”. Celebrado en el Tribunal Penal de Morbihan, en Bretaña, el nuevo juicio se centra en las acusaciones sobre que Le Scouarnec agredió sexualmente o violó a 299 pacientes, principalmente mientras estaban bajo anestesia general, entre 1989 y 2014. De las víctimas, 256 eran menores de 15 años y la más joven apenas tenía un año. Le Scouarnec fue condenado por primera vez en 2020 por abusar de cuatro niños, entre ellos dos de sus sobrinas. Sin embargo, su capacidad para seguir ejerciendo la medicina hasta su jubilación -pese a las primeras alertas rojas- ha provocado duras críticas a los organismos reguladores médicos de Francia, en particular a la Orden de Médicos, que ahora es parte civil en el caso. Cirujano francés “describía cirugías con metáforas sexuales” Le Scouarnec fue señalado por el FBI en 2004 por acceder a imágenes de abusos a menores en internet mientras trabajaba en Lorient, ciudad de Bretaña. Un año después, un tribunal francés lo condenó a cuatro meses de prisión. Para entonces, ya se había trasladado a una ciudad situada a Quimperlé, donde fue acogido como un cirujano muy necesario. El psiquiatra Thierry Bonvalot, aquel que trabajaba con Le Scouarnec en en el hospital local muestra preocupación sobre conocer su condición. Describía la cirugía con tantas metáforas sexuales que me quedé estupefacto, afirmó. Admitió que había sido condenado por pornografía infantil, explica Bonvalot. Fuente: BioBioChile
Una jornada llena de emoción y esperanza vivieron niños y jóvenes con cáncer en el aeródromo de Boco, en Quillota. Gracias a la colaboración entre distintas entidades, los pequeños tuvieron la oportunidad de surcar los cielos y vivir la inolvidable experiencia de volar en avioneta. La actividad se llevó a cabo en el marco del Día Mundial del Cáncer Infantil, con el objetivo de regalar un momento de alegría a quienes enfrentan una dura batalla contra la enfermedad. Para ello, el Club Aéreo de Quillota puso a disposición sus aviones y pilotos, mientras que el Club de Leones Villa Alemana Eterna Juventud organizó la logística y la Fundación Franco Cepeda Lillo invitó a una veintena de sus beneficiarios a participar. Desde el momento en que llegaron al aeródromo, los niños y sus familias fueron recibidos con cariño. La emoción era evidente en sus rostros, especialmente cuando subieron a las avionetas y despegaron. Pero no solo los niños con cáncer disfrutaron de esta experiencia. También se consideró a sus hermanos, quienes muchas veces quedan en segundo plano debido a la atención que requiere el tratamiento de su familiar enfermo. Las familias y la fundación, agradecieron profundamente la iniciativa, destacando que más allá de la emoción del vuelo, este tipo de actividades les permite sentirse acompañados y comprendidos en un camino que muchas veces es difícil. La jornada finalizó con abrazos, fotos y la promesa de repetir la actividad en el futuro. Un día que, sin duda, quedará guardado en la memoria de todos los que participaron y que demuestra que, con solidaridad y amor, se pueden construir momentos de felicidad incluso en tiempos difíciles.