49 de las 126 casas entregadas a principios de año en el conjunto habitacional Brisas de Los Andes presentan filtraciones cada vez que llueve. Esta realidad ha generado una gran preocupación entre las familias afectadas, que ven cómo su sueño de la casa propia se ve amenazado por problemas -que aseguran son estructurales- que afectan su calidad de vida. Esta situación ha llevado a reuniones urgentes para buscar responsabilidades y encontrar soluciones rápidas. La prioridad es reparar las viviendas antes de que un nuevo sistema frontal vuelva a poner en riesgo la tranquilidad de los vecinos. Mientras tanto, algunos habitantes han tenido que abandonar sus hogares debido a la humedad y los daños que las filtraciones generan en sus espacios. Aún más complejo es el hecho de que, por tratarse de viviendas sociales, existen plazos que obligan a las familias a habitar las casas antes de la fecha límite establecida para el 15 de julio. Si no lo hacen, el Serviu podría recuperar las viviendas y entregarlas a otras personas que esperan su hogar. Sin embargo, más de la mitad de las casas siguen sin ser ocupadas, algunas por falta de dinero para las terminaciones, otras por motivos personales y ahora, por las filtraciones. En medio de esta difícil realidad, se esperan soluciones concretas e inmediatas con el objetivo de aliviar la incertidumbre y el sufrimiento de quienes, después de tanto esfuerzo, sólo quieren disfrutar de un techo seguro.
Con el despliegue de las Unidades Territoriales en San Felipe y las cuadrillas de emergencia en las distintas comunas, se ha mantenido un monitoreo permanente del sistema frontal que desde la madrugada de este lunes afecta al valle de Aconcagua. En el caso de la provincia de Los Andes, los puntos críticos han sido atendidos por los equipos de emergencia, principalmente en zonas como Avenida Carlos Díaz, Santa Teresa con Arturo Prat, Bejares y lo más complejo, la zona de General del Canto, frente al Destacamento Yungay, donde históricamente se apoza el agua generando el anegamiento de viviendas. En Calle Larga, la situación de los badenes hasta el mediodía era normal, resistiendo de buena forma, las horas más intensas de precipitaciones, en Rinconada, y producto de la isoterma baja, se cerró la Cuesta Chacabuco y en San Esteban, la nieve se hizo presente en San Francisco. En relación a las emergencias, se destacó el trabajo previo de coordinación a nivel provincial, lo que ha permitido atender de buena forma cada requerimiento ciudadano y con el recurso disponible. En ese sentido, desde el Cuerpo de Bomberos Los Andes – Calle Larga solo han acudido a un par de llamados para evacuación de agua. Pese a esto, los voluntarios de las distintas compañías si bien no están acuartelados, si se mantienen atentos a cualquier requerimiento de la ciudadanía. En general, según las autoridades, las cuatro comunas de la provincia, aunque con algunas complejidades, resistieron de buena forma el sistema frontal que hasta pasado el mediodía había dejado un promedio de 40 milímetros de agua caída.
Tal como se había pronosticado, durante la madrugada de este jueves comenzaron las precipitaciones de agua en el valle y nieve en cordillera, lo que motivó entre otras cosas, al cierre preventivo del Complejo Fronterizo Los Libertadores y la activación de las cuadrillas de emergencia para dar paso al monitoreo permanente de las zonas más vulnerables o críticas en las 6 comunas de la provincia de San Felipe y las cuatro de la provincia de Los Andes. La lluvia ha sido constante, sin embargo, el trabajo preventivo dio resultados y esta primera jornada el balance es positivo. En las distintas comunas, la atención está puesta en aquellas zonas más alejadas o rurales, puesto que la isoterma ha estado más baja de lo esperado, registrándose agua nieve y nieve en zonas como Riecillos en Los Andes y San Francisco en San Esteban. Solo durante la mañana de este jueves el promedio de agua caída bordeaba los 40 milímetros, por lo que también se ha propiciado un trabajo de monitoreo en el río Aconcagua y otros afluentes de agua donde producto del aumento de caudal existe riesgo para la población. Bajo esa lógica el llamado que se hizo es a no exponerse y evitar salir de casa a menos que sea estrictamente necesario.
Un nuevo sistema frontal se dejó sentir en el valle de Aconcagua durante las últimas horas, lo que sin duda representa una muy buena noticia a propósito del siempre necesario recurso hídrico. Esta vez, entre las 21 horas del domingo y las 9 de la mañana de este lunes, en la provincia de Los Andes cayeron poco más de 10 milímetros de agua, mientras que en cordillera la nieve acumulada superaba, en ese horario, los 60 centímetros, mientras que las proyecciones suponen una muralla blanca de más de un metro para los próximos días. Cierre de frontera que obliga a la implementación de otro plan de contingencia para que una vez reabierto el paso, los camiones puedan transitar sin generar mayores conflictos en la ruta. En relación a la zona de valle, la provincia resistió bien estas nuevas precipitaciones, sin que se registraran conflictos mayores de afectación a viviendas o personas. En la comuna de Los Andes, las cuadrillas se mantienen monitoreando las zonas críticas y en estado de alerta frente a nuevas activaciones. Lo que, si hubo, fueron algunos llamados eléctricos a los que debió acudir bomberos, activados principalmente por las ráfagas de viento que hicieron chocar cables y ramas. En eso, desde emergencias comunal se dijo que la información está siendo traspasada a Chilquinta para adelantarse a nuevos problemas a través de la poda de árboles. FOTO: UNIDAD DE PASOS FRONTERIZOS
Pasadas las nueve de la mañana comenzó a llover en distintas comunas del valle de Aconcagua, cumpliéndose así el pronóstico que anunciaba un sistema frontal para la tarde del miércoles en la zona. Tanto en la provincia de Los Andes como en la de San Felipe, los municipios, a través de sus unidades de emergencia, habían desplegado con meses de anticipación un plan preventivo que incluyó la limpieza de sumideros, la reposición de rejillas y tapas, y el despeje de sectores considerados de alto riesgo, medidas que, al menos frente a esta primera lluvia, han demostrado ser efectivas. Aunque las precipitaciones comenzaron a sentirse recién durante la mañana de este viernes, lo cierto es que el sistema frontal arribó de madrugada a la provincia de Los Andes, dejando nieve en la cordillera y obligando al cierre del Sistema Integrado Cristo Redentor. El sistema frontal mantiene a los equipos de emergencia municipales y provinciales desplegados en un monitoreo constante de las zonas consideradas críticas por acumulación de agua o riesgo de desborde de canales. A esto se suma el trabajo en terreno de las cuadrillas, que recorren las distintas comunas para responder de manera eficiente ante cualquier requerimiento de la comunidad.
49 de las 126 casas entregadas a principios de año en el conjunto habitacional Brisas de Los Andes presentan filtraciones cada vez que llueve. Esta realidad ha generado una gran preocupación entre las familias afectadas, que ven cómo su sueño de la casa propia se ve amenazado por problemas -que aseguran son estructurales- que afectan su calidad de vida. Esta situación ha llevado a reuniones urgentes para buscar responsabilidades y encontrar soluciones rápidas. La prioridad es reparar las viviendas antes de que un nuevo sistema frontal vuelva a poner en riesgo la tranquilidad de los vecinos. Mientras tanto, algunos habitantes han tenido que abandonar sus hogares debido a la humedad y los daños que las filtraciones generan en sus espacios. Aún más complejo es el hecho de que, por tratarse de viviendas sociales, existen plazos que obligan a las familias a habitar las casas antes de la fecha límite establecida para el 15 de julio. Si no lo hacen, el Serviu podría recuperar las viviendas y entregarlas a otras personas que esperan su hogar. Sin embargo, más de la mitad de las casas siguen sin ser ocupadas, algunas por falta de dinero para las terminaciones, otras por motivos personales y ahora, por las filtraciones. En medio de esta difícil realidad, se esperan soluciones concretas e inmediatas con el objetivo de aliviar la incertidumbre y el sufrimiento de quienes, después de tanto esfuerzo, sólo quieren disfrutar de un techo seguro.
Con el despliegue de las Unidades Territoriales en San Felipe y las cuadrillas de emergencia en las distintas comunas, se ha mantenido un monitoreo permanente del sistema frontal que desde la madrugada de este lunes afecta al valle de Aconcagua. En el caso de la provincia de Los Andes, los puntos críticos han sido atendidos por los equipos de emergencia, principalmente en zonas como Avenida Carlos Díaz, Santa Teresa con Arturo Prat, Bejares y lo más complejo, la zona de General del Canto, frente al Destacamento Yungay, donde históricamente se apoza el agua generando el anegamiento de viviendas. En Calle Larga, la situación de los badenes hasta el mediodía era normal, resistiendo de buena forma, las horas más intensas de precipitaciones, en Rinconada, y producto de la isoterma baja, se cerró la Cuesta Chacabuco y en San Esteban, la nieve se hizo presente en San Francisco. En relación a las emergencias, se destacó el trabajo previo de coordinación a nivel provincial, lo que ha permitido atender de buena forma cada requerimiento ciudadano y con el recurso disponible. En ese sentido, desde el Cuerpo de Bomberos Los Andes – Calle Larga solo han acudido a un par de llamados para evacuación de agua. Pese a esto, los voluntarios de las distintas compañías si bien no están acuartelados, si se mantienen atentos a cualquier requerimiento de la ciudadanía. En general, según las autoridades, las cuatro comunas de la provincia, aunque con algunas complejidades, resistieron de buena forma el sistema frontal que hasta pasado el mediodía había dejado un promedio de 40 milímetros de agua caída.
Tal como se había pronosticado, durante la madrugada de este jueves comenzaron las precipitaciones de agua en el valle y nieve en cordillera, lo que motivó entre otras cosas, al cierre preventivo del Complejo Fronterizo Los Libertadores y la activación de las cuadrillas de emergencia para dar paso al monitoreo permanente de las zonas más vulnerables o críticas en las 6 comunas de la provincia de San Felipe y las cuatro de la provincia de Los Andes. La lluvia ha sido constante, sin embargo, el trabajo preventivo dio resultados y esta primera jornada el balance es positivo. En las distintas comunas, la atención está puesta en aquellas zonas más alejadas o rurales, puesto que la isoterma ha estado más baja de lo esperado, registrándose agua nieve y nieve en zonas como Riecillos en Los Andes y San Francisco en San Esteban. Solo durante la mañana de este jueves el promedio de agua caída bordeaba los 40 milímetros, por lo que también se ha propiciado un trabajo de monitoreo en el río Aconcagua y otros afluentes de agua donde producto del aumento de caudal existe riesgo para la población. Bajo esa lógica el llamado que se hizo es a no exponerse y evitar salir de casa a menos que sea estrictamente necesario.
Un nuevo sistema frontal se dejó sentir en el valle de Aconcagua durante las últimas horas, lo que sin duda representa una muy buena noticia a propósito del siempre necesario recurso hídrico. Esta vez, entre las 21 horas del domingo y las 9 de la mañana de este lunes, en la provincia de Los Andes cayeron poco más de 10 milímetros de agua, mientras que en cordillera la nieve acumulada superaba, en ese horario, los 60 centímetros, mientras que las proyecciones suponen una muralla blanca de más de un metro para los próximos días. Cierre de frontera que obliga a la implementación de otro plan de contingencia para que una vez reabierto el paso, los camiones puedan transitar sin generar mayores conflictos en la ruta. En relación a la zona de valle, la provincia resistió bien estas nuevas precipitaciones, sin que se registraran conflictos mayores de afectación a viviendas o personas. En la comuna de Los Andes, las cuadrillas se mantienen monitoreando las zonas críticas y en estado de alerta frente a nuevas activaciones. Lo que, si hubo, fueron algunos llamados eléctricos a los que debió acudir bomberos, activados principalmente por las ráfagas de viento que hicieron chocar cables y ramas. En eso, desde emergencias comunal se dijo que la información está siendo traspasada a Chilquinta para adelantarse a nuevos problemas a través de la poda de árboles. FOTO: UNIDAD DE PASOS FRONTERIZOS
Pasadas las nueve de la mañana comenzó a llover en distintas comunas del valle de Aconcagua, cumpliéndose así el pronóstico que anunciaba un sistema frontal para la tarde del miércoles en la zona. Tanto en la provincia de Los Andes como en la de San Felipe, los municipios, a través de sus unidades de emergencia, habían desplegado con meses de anticipación un plan preventivo que incluyó la limpieza de sumideros, la reposición de rejillas y tapas, y el despeje de sectores considerados de alto riesgo, medidas que, al menos frente a esta primera lluvia, han demostrado ser efectivas. Aunque las precipitaciones comenzaron a sentirse recién durante la mañana de este viernes, lo cierto es que el sistema frontal arribó de madrugada a la provincia de Los Andes, dejando nieve en la cordillera y obligando al cierre del Sistema Integrado Cristo Redentor. El sistema frontal mantiene a los equipos de emergencia municipales y provinciales desplegados en un monitoreo constante de las zonas consideradas críticas por acumulación de agua o riesgo de desborde de canales. A esto se suma el trabajo en terreno de las cuadrillas, que recorren las distintas comunas para responder de manera eficiente ante cualquier requerimiento de la comunidad.