Con el objetivo de aplicar sus conocimientos técnicos y generar conciencia ambiental, estudiantes del Liceo Bicentenario Técnico Amancay dieron inicio a un nuevo proyecto educativo en el Punto Verde comunal. A través de la iniciativa denominada “Minería Urbana”, los jóvenes trabajarán en la recuperación de componentes útiles provenientes de residuos tecnológicos en desuso. La iniciativa contempla el rescate de dispositivos como computadores, impresoras y teléfonos celulares que llegan al punto verde. Los alumnos se enfocarán en identificar y extraer metales y componentes que aún pueden ser aprovechados, con el objetivo de otorgarles una segunda vida útil a través de nuevos usos o procesos de recuperación. Un enfoque educativo que permite fomenta valores como la sostenibilidad y la responsabilidad con el entorno. El trabajo contempla tanto el análisis del material recibido como la búsqueda de métodos seguros y eficientes para su manipulación y reutilización. El proyecto “Minería Urbana” también tiene una dimensión formativa en torno a la conciencia ambiental. A través de esta experiencia, los estudiantes reflexionan sobre el impacto de los residuos electrónicos en el medioambiente y la importancia de su correcta disposición, considerando que fuera del punto verde, no existen lugares habilitados para recibir este tipo de desechos.
En pleno centro de la ciudad, estudiantes, docentes y autoridades dieron vida a la celebración de los 120 años del Liceo Bicentenario Técnico Amancay, uno de los establecimientos más longevos del país en formación técnica. La comunidad educativa se congregó para rendir homenaje a una historia que comenzó en 1905 y que, desde entonces, ha estado profundamente entrelazada con el desarrollo social y laboral del valle de Aconcagua. Todo esto, trae nuevos desafíos. La ceremonia conmemorativa fue una instancia de celebración y también de profunda reflexión. El desfile, que recorrió el corazón de la ciudad, estuvo marcado por la participación de estudiantes, docentes, apoderados y exalumnos, quienes con orgullo mostraron el legado de una institución que ha forjado generaciones de técnicos y ciudadanos comprometidos con su comunidad. 120 años de historia viva, de transformación y de entrega a la educación. Un liceo que ha sido testigo del crecimiento de la ciudad y ha sabido responder a los desafíos de cada época.
Con el objetivo de aplicar sus conocimientos técnicos y generar conciencia ambiental, estudiantes del Liceo Bicentenario Técnico Amancay dieron inicio a un nuevo proyecto educativo en el Punto Verde comunal. A través de la iniciativa denominada “Minería Urbana”, los jóvenes trabajarán en la recuperación de componentes útiles provenientes de residuos tecnológicos en desuso. La iniciativa contempla el rescate de dispositivos como computadores, impresoras y teléfonos celulares que llegan al punto verde. Los alumnos se enfocarán en identificar y extraer metales y componentes que aún pueden ser aprovechados, con el objetivo de otorgarles una segunda vida útil a través de nuevos usos o procesos de recuperación. Un enfoque educativo que permite fomenta valores como la sostenibilidad y la responsabilidad con el entorno. El trabajo contempla tanto el análisis del material recibido como la búsqueda de métodos seguros y eficientes para su manipulación y reutilización. El proyecto “Minería Urbana” también tiene una dimensión formativa en torno a la conciencia ambiental. A través de esta experiencia, los estudiantes reflexionan sobre el impacto de los residuos electrónicos en el medioambiente y la importancia de su correcta disposición, considerando que fuera del punto verde, no existen lugares habilitados para recibir este tipo de desechos.
En pleno centro de la ciudad, estudiantes, docentes y autoridades dieron vida a la celebración de los 120 años del Liceo Bicentenario Técnico Amancay, uno de los establecimientos más longevos del país en formación técnica. La comunidad educativa se congregó para rendir homenaje a una historia que comenzó en 1905 y que, desde entonces, ha estado profundamente entrelazada con el desarrollo social y laboral del valle de Aconcagua. Todo esto, trae nuevos desafíos. La ceremonia conmemorativa fue una instancia de celebración y también de profunda reflexión. El desfile, que recorrió el corazón de la ciudad, estuvo marcado por la participación de estudiantes, docentes, apoderados y exalumnos, quienes con orgullo mostraron el legado de una institución que ha forjado generaciones de técnicos y ciudadanos comprometidos con su comunidad. 120 años de historia viva, de transformación y de entrega a la educación. Un liceo que ha sido testigo del crecimiento de la ciudad y ha sabido responder a los desafíos de cada época.