La Escuela Ferroviaria de Los Andes se llenó de colores, música y sonrisas. Y no era para menos: toda la comunidad educativa se unió para celebrar el Día de la Convivencia Escolar con una jornada que tuvo de todo, menos aburrimiento. La celebración comenzó en el propio establecimiento, donde estudiantes, docentes y apoderados compartieron actividades recreativas que pusieron en el centro la amistad, el respeto y el trabajo en equipo. Pero la fiesta no se quedó ahí. La alegría salió a la calle con una caravana que recorrió distintas calles de la ciudad, Una iniciativa cargada de entusiasmo y espíritu comunitario que llegó hasta el Parque Urbano donde el ambiente se transformó en una verdadera feria familiar. Una exposición de autos tunning, fue una sorpresa que muchos no esperaban. Mientras unos admiraban los autos, otros se sumaban a la música y al baile donde estudiantes y profesores mostraron sus mejores pasos. A un costado, familias completas se instalaron con mantas y canastas para disfrutar de un picnic al aire libre. Así, entre abrazos, canciones y motores, la Escuela Ferroviaria demostró que la convivencia escolar no solo se enseña en la sala de clases, sino que también se vive, se celebra y se disfruta en comunidad.
Con globos azules, pancartas y mucha emoción, la comunidad educativa de la Escuela “Nuestro Mundo Diverso” salió a las calles de Los Andes para conmemorar el Día Mundial de la Concientización del Autismo. A bordo de una colorida caravana, recorrieron el centro de la ciudad llevando un mensaje de inclusión, respeto y amor por la diversidad. Familias, docentes y pequeños estudiantes se sumaron a esta iniciativa que buscó visibilizar la importancia de comprender y apoyar a las personas dentro del espectro autista, entendiendo que todos somos diferentes, pero iguales en derechos y oportunidades. Durante el recorrido, los niños y niñas de la escuela saludaban con entusiasmo a quienes los miraban desde las veredas, mientras desde los autos sonaban canciones y frases de apoyo. La comunidad andina respondió con algunos aplausos y sonrisas, demostrando que cada vez hay más conciencia sobre la importancia de construir espacios verdaderamente inclusivos. Desde la escuela destacaron que esta caravana es más que una celebración; es una invitación a reflexionar sobre las barreras que aún existen y la necesidad de seguir avanzando en educación, empatía y apoyo a las personas con autismo y sus familias.
La Escuela Ferroviaria de Los Andes se llenó de colores, música y sonrisas. Y no era para menos: toda la comunidad educativa se unió para celebrar el Día de la Convivencia Escolar con una jornada que tuvo de todo, menos aburrimiento. La celebración comenzó en el propio establecimiento, donde estudiantes, docentes y apoderados compartieron actividades recreativas que pusieron en el centro la amistad, el respeto y el trabajo en equipo. Pero la fiesta no se quedó ahí. La alegría salió a la calle con una caravana que recorrió distintas calles de la ciudad, Una iniciativa cargada de entusiasmo y espíritu comunitario que llegó hasta el Parque Urbano donde el ambiente se transformó en una verdadera feria familiar. Una exposición de autos tunning, fue una sorpresa que muchos no esperaban. Mientras unos admiraban los autos, otros se sumaban a la música y al baile donde estudiantes y profesores mostraron sus mejores pasos. A un costado, familias completas se instalaron con mantas y canastas para disfrutar de un picnic al aire libre. Así, entre abrazos, canciones y motores, la Escuela Ferroviaria demostró que la convivencia escolar no solo se enseña en la sala de clases, sino que también se vive, se celebra y se disfruta en comunidad.
Con globos azules, pancartas y mucha emoción, la comunidad educativa de la Escuela “Nuestro Mundo Diverso” salió a las calles de Los Andes para conmemorar el Día Mundial de la Concientización del Autismo. A bordo de una colorida caravana, recorrieron el centro de la ciudad llevando un mensaje de inclusión, respeto y amor por la diversidad. Familias, docentes y pequeños estudiantes se sumaron a esta iniciativa que buscó visibilizar la importancia de comprender y apoyar a las personas dentro del espectro autista, entendiendo que todos somos diferentes, pero iguales en derechos y oportunidades. Durante el recorrido, los niños y niñas de la escuela saludaban con entusiasmo a quienes los miraban desde las veredas, mientras desde los autos sonaban canciones y frases de apoyo. La comunidad andina respondió con algunos aplausos y sonrisas, demostrando que cada vez hay más conciencia sobre la importancia de construir espacios verdaderamente inclusivos. Desde la escuela destacaron que esta caravana es más que una celebración; es una invitación a reflexionar sobre las barreras que aún existen y la necesidad de seguir avanzando en educación, empatía y apoyo a las personas con autismo y sus familias.