En el mes de diciembre se cumplirán 3 años desde que nació en Calle Larga la agrupación Sembrando Sueños, una iniciativa impulsada por familias que necesitaban acompañamiento y apoyo para sus hijos con autismo, síndrome de Down y otras condiciones del desarrollo. Lo que partió como una necesidad urgente, hoy se ha convertido en un espacio seguro, acogedor y lleno de amor, donde niños y niñas reciben terapias personalizadas a bajo costo. Gracias al compromiso de profesionales como psicopedagogos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales, y al esfuerzo constante de sus fundadores y socios cooperadores, la agrupación ha logrado funcionar con recursos limitados, pero con un impacto enorme en la vida de las familias. Incluso han habilitado su propia sala, ubicada frente a la plaza de Calle Larga, donde se realizan las atenciones. A pesar de los avances, la realidad económica de muchas familias sigue siendo compleja. Por eso, hoy hacen un llamado urgente a sumar nuevos socios cooperadores que puedan apadrinar a niños y niñas que no tienen cómo costear sus terapias. Además de las terapias, la agrupación organiza actividades especiales. Por estos días se está preparando la segunda versión de la “Alfombra Roja”, jornada de autocuidado dedicada a las madres que cuidan 24/7 a sus hijos. Es una forma de decirles que su esfuerzo importa y que no están solas. Cualquier persona o empresa interesada en colaborar puede acercarse directamente a la sede ubicada en Paso Basaure S/N, justo afuera de los semáforos frente a la plaza de Calle Larga.
A veces, la vida cambia de un día para otro. Y en ese nuevo escenario, encontrar a alguien que entienda lo que uno vive puede hacer toda la diferencia. Eso lo saben muy bien las más de cuarenta personas que hoy integran la Agrupación de Pacientes y Amigos Ostomizados de Los Andes, una organización que nació el 22 de julio de este año. Gracias al impulso de la enfermera Mónica Suárez y al respaldo del Hospital San Juan de Dios, la agrupación reúne a personas que muchas veces se enfrentan al aislamiento o a la falta de información. Frente a eso, el grupo decidió construir comunidad, compartir experiencias y acompañarse mutuamente en cada etapa del proceso. En sus primeros días eran 26 integrantes, pero en pocos meses superaron los 40 socios, provenientes no solo de Los Andes, sino también de Rinconada, San Esteban e incluso de Catemu, en la provincia de San Felipe. Ese crecimiento ha sido posible gracias a un trabajo de búsqueda y acercamiento a personas que viven con ostomías y que, en muchos casos, desconocían que existía un espacio donde podían sentirse comprendidas. El 22 de agosto obtuvieron personalidad jurídica. Un paso que deriva en la posibilidad de avanzar hacia objetivos mayores. Ahora pueden organizar actividades formales, postular a proyectos y establecer vínculos con autoridades, siempre con la meta clara de visibilizar su realidad y promover una atención integral, que considere no solo lo médico, sino también lo emocional y lo social.
En el mes de diciembre se cumplirán 3 años desde que nació en Calle Larga la agrupación Sembrando Sueños, una iniciativa impulsada por familias que necesitaban acompañamiento y apoyo para sus hijos con autismo, síndrome de Down y otras condiciones del desarrollo. Lo que partió como una necesidad urgente, hoy se ha convertido en un espacio seguro, acogedor y lleno de amor, donde niños y niñas reciben terapias personalizadas a bajo costo. Gracias al compromiso de profesionales como psicopedagogos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales, y al esfuerzo constante de sus fundadores y socios cooperadores, la agrupación ha logrado funcionar con recursos limitados, pero con un impacto enorme en la vida de las familias. Incluso han habilitado su propia sala, ubicada frente a la plaza de Calle Larga, donde se realizan las atenciones. A pesar de los avances, la realidad económica de muchas familias sigue siendo compleja. Por eso, hoy hacen un llamado urgente a sumar nuevos socios cooperadores que puedan apadrinar a niños y niñas que no tienen cómo costear sus terapias. Además de las terapias, la agrupación organiza actividades especiales. Por estos días se está preparando la segunda versión de la “Alfombra Roja”, jornada de autocuidado dedicada a las madres que cuidan 24/7 a sus hijos. Es una forma de decirles que su esfuerzo importa y que no están solas. Cualquier persona o empresa interesada en colaborar puede acercarse directamente a la sede ubicada en Paso Basaure S/N, justo afuera de los semáforos frente a la plaza de Calle Larga.
A veces, la vida cambia de un día para otro. Y en ese nuevo escenario, encontrar a alguien que entienda lo que uno vive puede hacer toda la diferencia. Eso lo saben muy bien las más de cuarenta personas que hoy integran la Agrupación de Pacientes y Amigos Ostomizados de Los Andes, una organización que nació el 22 de julio de este año. Gracias al impulso de la enfermera Mónica Suárez y al respaldo del Hospital San Juan de Dios, la agrupación reúne a personas que muchas veces se enfrentan al aislamiento o a la falta de información. Frente a eso, el grupo decidió construir comunidad, compartir experiencias y acompañarse mutuamente en cada etapa del proceso. En sus primeros días eran 26 integrantes, pero en pocos meses superaron los 40 socios, provenientes no solo de Los Andes, sino también de Rinconada, San Esteban e incluso de Catemu, en la provincia de San Felipe. Ese crecimiento ha sido posible gracias a un trabajo de búsqueda y acercamiento a personas que viven con ostomías y que, en muchos casos, desconocían que existía un espacio donde podían sentirse comprendidas. El 22 de agosto obtuvieron personalidad jurídica. Un paso que deriva en la posibilidad de avanzar hacia objetivos mayores. Ahora pueden organizar actividades formales, postular a proyectos y establecer vínculos con autoridades, siempre con la meta clara de visibilizar su realidad y promover una atención integral, que considere no solo lo médico, sino también lo emocional y lo social.