​La nieve llegó al Valle de Aconcagua y cubrió las calles, casa, edificios y vegetación. Un manto blanco sorprendió a los Aconcagüinos a horas de la tarde-noche del martes, quienes señalaron no haber visto algo igual desde hace casi siete años aproximadamente. Pero no todo es bonito cuando hay este tipo de clima, ya que producto de la gran cantidad de agua que se produjo por las lluvias y el deshielo de la nieve, provocó que varias casas de la provincia se vieran afectadas por inundaciones. Un ejemplo de esto es la calle Béjares, ubicada entre Los Andes y Calle Larga, que desde hace años tienen esta misma problemática ante estos frentes climáticos. Es desde la Villa El Horizonte que el agua se desplaza, aproximadamente 3 kilómetros, hasta llegar a la calle Béjares, donde se acumula y forma grandes pozas. A pesar de los arreglos y mantenimientos que se realizan a las calles y colectores, no es suficiente para trasladar tanta agua. Este tipo de situaciones nos muestran los dos lados de la moneda. Pues, si bien, la nieve y la lluvia pueden ser algo bonito y llamativo para algunas personas, para otras supone un gran problema Y desafío constante que no les permite vivir de forma tranquila.