​Aun así, el balance que se hizo de lo que fue el paso de este sistema frontal es sumamente positivo por cuanto las coordinaciones previas permitieron establecer zonas y puntos críticos, que estuvieron siendo monitoreados permanentemente, lo que evito la afectación de personas. Lo que si ocurrió, fueron calles convertidas en verdaderos ríos, viviendas a punto de anegarse, cortes del suministro eléctrico y personas aisladas en sectores como Granallas en Putaendo a causa de la crecida de caudales. También hubo varios accidentes de tránsito, en todo caso de menor consideración y sin personas lesionadas. Frente a esto y considerando las –ahora- bajas temperaturas, desde Carabineros se recordó que el cambio, en las condiciones climáticas, también obliga a cambiar la forma de conducir un vehículo motorizado. Un Sistema Frontal que durante aproximadamente 12 horas dejó un promedio de 50 milímetros de agua caída en la provincia de San Felipe, que obligó a que cinco de las seis comunas se decidiera la suspensión de clases en colegios municipalizados para esta jornada y que mantiene activo el Código Azul para resguardar a las personas en situación de calle. El sistema frontal ya quedó atrás, dejando la maravillosa postal de ciudades nevadas. Hoy, los pronósticos solo señalan cielos nublados para los próximos cinco días con temperaturas que en Aconcagua estarán bordeando los -2 y 15 grados.